jueves, 15 de septiembre de 2011

MI NUEVA VIDA FACULTATIVA


Llegó el momento de ver qué hacer con mi vida. Qué iba a estudiar?... lo primero que se me ocurrió fue traductorado en inglés. No me animaba a ir sola a la facultad a averiguar las fechas de inscripción y demás, así que mi hermana me acompañó.
Me recibió un hombre muy gracioso, hablaba cosas graciosas y me hizo reír mucho! (lo que en tanto tiempo había dejado de hacer) En cuanto se enteró lo que quería estudiar me dijo que esa carrera no me convenía en absoluto, que los profesores eran de tal y tal manera, que la mejor carrera que era Ciencias Políticas y de inmediato me ofreció el plan de estudio. Observé las materias y me gustaron, y así decidí qué hacer con una parte de mi vida…cuando les conté a mis compañeros porqué estaba estudiando aquella carrera les resultó muy gracioso, y más aún porque siempre me lo cruzaba al hombrecito que me dio el empujón para animarme a ser una futura presidenta. Ponele.
Ya era hora de comenzar los trámites para mi inscripción en la facultad. Me dirigí temprano hacia el edificio, muerta de miedo, no conocía nada ni a nadie, además ya saben el miedo que tengo siempre: que alguien me haga algo que yo no quiera. En fin…llegué sana y salva, le pregunté a un chico que estaba haciendo una fila si allí nos inscribíamos y me dijo que si, y entre preguntas y preguntas comenzamos a charlar, se llamaba Guillermo, era mucho más grande que yo, trabajaba, estaba recibido de profesor de dibujo o de arte, (no recuerdo muy bien) y ahora quería hacer un post grado.
Vivía solo, viajaba mucho, y no era oriundo de Tucumán. Comencé a hablar como si lo conocía de toda mi vida, hasta el punto que terminé contando sin ningún problema mi frecuente anorexia, mis cortes, mis pastillas, mi música melancólica, nombré a Melino y a Gonzalo…y él también me confesó algo muy extraño: en su adolescencia tuvo bulimia, y ahora vivía solo para que nadie lo controlara y también para auto ayudarse a salir de todo eso…después de la inscripción me invitó a tomar algo, pero no me animé a ir, recién lo conocía y me daba miedo irme con un extraño. Me dieron ganas de entablar una amistad con Guillermo, coincidíamos mucho, y sentía que conocerlo no había sido casual, sino causal, pero lamentablemente nunca más lo volví a ver ni tampoco me lo crucé en la facultad. Hasta el día de hoy me arrepiento por no haber ido a tomar algo con él, nos hubiéramos llevado muy bien, creo.
Hacer algo en mi vida me hizo bien, conocer gente, tener una actividad, poder charlar, tener la esperanza de volver a tener amigas, en fin…fueron varios factores los que me sacaron adelante.
Estando en la fila para la inscripción, una chica se acercó y me preguntó si sabía en qué número iba, le contesté que no y comenzamos a charlar, ella estaba con otra amiga, me preguntaron qué iba a estudiar y casualmente seríamos compañeras…les dije que yo estaba sola y si es que podía agruparme con ellas, accedieron al instante, nos pasamos los números de teléfono y quedamos de acuerdo para encontrarnos el primer día de clases en el mástil de la facultad. Así conocí a Eva y a Fabiola, dos chicas que supieron meterse de la mejor manera en mi corazón.
Con respecto a Melino, quedábamos de acuerdo para vernos y nunca se concretaba…con el tiempo me fui olvidando un poco de su existencia, repito: un poco.
Pensaba en todas las barreras que íbamos a tener si algún día decidíamos estar juntos, bah, si él decidía estar conmigo y yo trataba de hacerme la idea de que era totalmente imposible estar juntos.
Y acerca de Gonzalo, las cosas ya no funcionaban como antes, comencé a desconfiar de él, peleábamos muy seguido y no veía las horas de sacármelo de encima, sinceramente.
Pero creo, hasta el día de hoy sigo con el mismo pensamiento, que en algún momento sí me fue infiel. Mis sospechas encajaban perfectamente: me contaban que lo habían visto equis día en equis lugar a equis hora y con equis persona, casualmente ese equis día a esa equis hora nosotros no estábamos juntos, y la mayoría de esos equis días eran fines de semana, para ser mas precisa: sábados por la noche. Está de más decir que cada vez que yo se lo planteaba haciéndole un escándalo, él lo negaba a muerte y además tenía el tupé de hacerse la víctima.
Si bien la relación ya no me importaba, pero aún así no quería que Gonzalo estuviera con otra persona, no quería ser engañada! Supongo que nadie quiere eso no?
Continuamos un tiempo, y hasta ese entonces ya no había vuelta que darle a la relación pero no me animaba a hablar con la verdad. Comencé a ignorarlo, un mensaje de texto, sus llamadas, incluso olvidé el día de nuestro aniversario.
Estando en el parque que estaba cerca de la facultad con mis nuevas compañeras, estábamos a las carcajadas cuando sentí me agarraban del brazo mientras me preguntan:-¿podemos hablar?...era Gonzalo! Al verlo puse mi mayor cara de asombro, jamás me lo hubiera imaginado. Allí terminamos con la relación, fue de común acuerdo por suerte y también fue el momento más lindo, un suspiro me transmitía una sensación hermosa de paz interior.
La verdad no podía seguir de esa manera, no tenía ganas de verlo, de estar con él, ya no. La magia se había esfumado de la nada, como se esfuma el humo del cigarrillo en el aire, sin darte cuenta ya no está más, lo mismo pasó con nuestra relación. Obviamente en caso de que alguna vez hubiera existido algo de magia entre nosotros! Creo que si, como en todos los casos, al principio, cuando lo necesité, ahí si.
Mi cuerpo seguía delgado, muy delgado, no tenía nada de carne, los pantalones me quedaban enormes, y nadie me miraba, pero aún así estaba bien. YO estaba mejor. Eso.
En la facultad pasaba mucho tiempo, ya que salíamos de alguna clase y nos quedábamos en el bar desayunando, almorzando o merendando. Ahora no sabía qué iba a hacer…continuaba con ANA o no?
Opté por hacer un cambio complejo y para ello evalué lo siguiente:
ü      iba a la facultad.
ü      tenía nuevas amigas.
ü      mi vida era diferente.
ü      me manejaba en otro ámbito.
ü      tenía que estar fuerte.
ü      quería demostrarle a Melino el minón que se estaba perdiendo.
ü      deseaba ser exitosa para que los chicos se me acerquen así sea a preguntarme sobre un horario de alguna clase.
Y para mantener todo esto, necesitaba de la comida, ahora las cosas podrían invertirse, tal vez ahora sea mi aliada para ayudarme a estar lúcida en las clases y demás.
Aunque pensaba en todo esto, todavía no podía comer como si nada hubiese pasado, me seguía costando, me seguía sintiendo culpable al ingerir tal cantidad de calorías. Como autoayuda decidí comer despacio, en pequeñas porciones, masticando treinta veces hasta recién tragar. Me daba resultados, no me sentía tan mal al hacerlo ya que optaba por pedir menús sanos, bajo en calorías como tarta de verduras, desayuno o merienda Light y bebía la menor cantidad posible de gaseosa.
A mis nuevas compañeras les resultó muy curiosa la manera en la cual desmenuzaba la comida y también que jamás terminaba todo lo del plato, porque en realidad me llenaba en la mitad de la porción.
Lo peor fue que me lo dijeron, pero jamás se imaginaron mi situación, hablaron desde su punto ingenuo, les parecía raro pero a la vez gracioso ver que con pequeños pedacitos podría llenarme. Yo, por supuesto, las despistaba diciéndoles cualquier tontera que parezca creíble:- mastico mucho para hacer una buena digestión, ya estoy acostumbrada a comer así…en mi casa todos comemos igual!(sonrisita falsa)-
Cierto día, estábamos con Eva y Fabiola en el bar, haciendo un trabajo práctico, y sentí la necesidad de hablar, de mostrarme como persona, o tal vez de vomitar todas las cosas que tenía guardadas desde hacía mucho tiempo.
Aquél día Fabiola no había almorzado, y Eva preocupada le decía que pida algo del bar porque le iba a hacer mal no comer, y esta situación fue la que dio pie a mi confesión. Interrogué a Fabiola preguntándole si no había comido por falta de tiempo o porque había algo más detrás de todo eso y su cara de horror ante una enfermedad de la alimentación me lo dijo todo:- no! Nada que ver! Salí apurada de mi casa y no tuve tiempo para almorzar! Mira si yo podría vivir sin comer?! Soy una bestia a la hora de la comida!(risa)-
Le respondí que me parecía bien, ya que era muy feo tener una enfermedad de aquél tipo y que yo la padecía, o sea que sabía bastante del tema. Les conté todo (pastillas, cortes, depresión, Melino, mis ex amigas, etc.), me aconsejaron lo más lógico: que no lo haga más, que busque ayuda, etc., etc.
Nose hasta qué punto me hizo bien contarles mi secreto, bah, no lo consideraba secreto porque quien me conocía sabía lo que me estaba pasando con la comida, o mejor dicho: la falta de comida.
Desde que se los conté, no pude ingerir nada más (otra vez).
Por más raro que parezca, me sentía orgullosa de ser anoréxica, ver los resultados de tanto sacrificio me hacía intensamente feliz, como lo que uno siente al recibirse de algo que estudió por tanto tiempo, o la felicidad que alguien puede sentir al adquirir algo muy anhelado era la misma que yo sentía cada vez que me pesaba y veía un número menos al anterior en la balanza.
Mis compañeras ahora estaban pendientes de mí en la hora del almuerzo, desayuno o merienda. Me incentivaban a comer más, o mejor dicho comer como corresponde, adquirir 275 calorías por día y tener actividades diarias no es saludable para nadie, yo no era la excepción, además me negaba a comer porque finalmente había llegado a los 40 kg. Y estaba completamente feliz por ello.
Pronto Eva vio mis brazos, todos lastimados. La vergüenza que sentí es inexplicable, una vez más me consideré realmente enferma y con menos capacidades que mis compañeras, por ejemplo.
Asistir a la facultad me hacía bien, como ya lo dije, y mal a la vez. En el primer caso por que me distraía y lo más lindo de todo tenía amigas, y lo segundo porque me encontré con chicas mucho más flacas que yo, y eso me hacía mal, ya que mi anhelo era tener sus cuerpos y por más sacrificio que haga no podía conseguirlo! Hoy en día nose si eran más flacas que yo, tal vez eran iguales a mi o más gordas, pero en mi cabeza las veía flacas y yo me sentía un hipopótamo horrible.
Mi estrategia para despistarme de la comida era pasar mucho tiempo en la facultad. En clases, estudiando, en la biblioteca, donde fuera, pero aquél lugar se había convertido en mi segundo hogar.
Velozmente, mi mamá se dio cuenta de que nuevamente las cosas en mi vida estaban desordenadas otra vez. Comenzamos a llevarnos mal y uno de los motivos era mi independencia. Entraba y salía de mi casa sin decir nada a nadie:
-Pandora comiste algo?-
-no mamá! Ya me estoy yendo! Como algo afuera! Besos! Chau!-
Durante días éste era el diálogo, sin embargo yo prefería que las cosas estén así antes de dar explicaciones a cerca de cosas quería no quería hablar. Eva y Fabiola me propusieron comenzar el gimnasio. Iríamos las tres después de cada clase o quizás antes.
-es la mejor idea! Así comes y después lo bajas todo en el gym y te quedas tranquila, sin culpa ni nada! Y sobre todo sin tener que recurrir a métodos que te pueden hacer peor…- Eva trataba de convencerme de una manera muy tierna que cambie mi estilo de vida, o porqué no denominarlo como que trataba de curarme de tremenda enfermedad.
El tema es que fuimos a averiguar un buen gimnasio en el cual comenzar. Cuando todo parecía estar listo, me arrepentí, otra vez elegí estar con ANA. No podía dejarla, era un lazo muy fuerte el que nos unía, nose cuál, pero algo nos unía, estoy segura.
Entonces cambié de opinión y solamente comenzaron el gimnasio Eva y Fabiola.
Mis días continuaron grises, Melino seguía rondando en mi cabeza y mi desesperación de tenerlo cerca también acrecentaba, pero nada cambiaba, seguía todo igual. Lamentablemente para mí.
Es que es inconcebible la forma de la cual yo lo quería enamorar: mediante mensajes de texto! Yo deseaba que él se vuelva loco por mí cada vez que le llegaba un SMS mío! Decime vos, acaso eso puede ser algo normal? Eso puede ocurrir en algún lugar del planeta? Era obvio que Melino ya no podía saber más de mi, estaba saturado de Pandora!
Él sí tenía una vida, igual a mí. Nuestra diferencia era que Melino sí vivía…yo no.






I WILL SURVIVE - CAKE

First I was afraid, I was petrified
kept thinking I could never live without you
by my side
But then I spent so many nights
thinking in how you did me wrong
and I grew strong
and I learned how to get along

And so you're back from outer space

I just walked in to find you here with that sad
look upon your face
I should have changed that stupid lock
I should have made you leave your key
If I'd had known for just one second
you'd be back to bother me

Oh now go, walk out the door

Just turn around now
cause you're not welcome anymore
Weren't you the one who tried
to hurt me with goodbye?
Did you think I'd crumble?
Did you think I'd lay down and die?

Oh no not I

I will survive
Oh as long as I know how to love
I know I'll stay alive
I've got all my life to live
and I've got all my love to give
and I'll survive, I will survive hey hey

It took all the strength I had

not to fall apart
Just trying hard to mend the pieces
of my broken heart

And I spent oh so many nights

just feeling sorry for myself
I used to cry
but now I hold my head up high
And you see in me, somebody new
I'm not that chained up little person
still in love with you
And so you felt like dropping in
and just expect me to be free
but now I'm saving all my loving
for someone who's loving me

Oh now go, walk out the door

Just turn around now
cause you're not welcome anymore
Weren't you the one who tried
to break me with goodbye?
Did you think I'd crumble?
Did you think I'd lay down and die?

Oh no not I

I will survive
Oh as long as I know how to love
I know I'll stay alive
I've got all my life to live
and I've got all my love to give
and I'll survive
I will survive
hey, hey

Saludos!
PANDORA.-

2 comentarios:

  1. saludos pandora!!! la verdad que muy bueno lo que escribis..Comenze a leerlo y no pude dejar de hacerlo.Exitos!! ojala puedas hacer tu libro..
    PAblo( el novio de mari)

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  2. No suelo responder los comentarios,pero ahora sentí la necesidad de hacerlo.
    Muchas gracias Pablo,me alegro que te guste mi historia. Saludos.
    Pandi.

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